A sus 87 años, la Reina Sonia de Noruega sufrió dos percances en su salud en poco tiempo. Primero sufrió un problema cardíaco por el que se le tuvo que colocar un marcapasos. Tres meses más tarde, se llevó un buen susto mientras se encontraba en Sikkilsdalen, donde la Familia Real Noruega tiene una cabaña. Allí experimentó problemas respiratorios que le llevaron a ser ingresada en el Rikshospitalet de Oslo, al que fue trasladada en un helicóptero medicalizado, lo que provocó una enorme preocupación por su estado de salud. Afortunadamente no tardó en recibir en alta.