Galería: Concursantes de 'Gran Hermano 16'
-
Raúl Rodríguez y Silvia Taulés nos cuentan su papel en 'La familia de la tele'
-
Kiko Matamoros y Lydia Lozano: "Nuestro público es de todas las edades y RTVE tiene un público muy pegado a las novelas, al que tenemos que captar"
-
Carlota Corredera y Javier de Hoyos: "La tele tiene que representar al público también y aquí están todos los perfiles posibles&quo;
-
Así se tomó Felipe VI que la Infanta Sofía no quisiera recibir formación militar
-
Belén Esteban: "Estoy emocionada, muy contenta y muy feliz por llegar a RTVE"
-
Manu Baqueiro: "Tuve como referente a Bruce Willis en 'Luz de Luna' para mi trabajo en la serie 'Perdiendo el juicio'"
-
Magdalena de Suecia responde a las críticas y explica por qué le han permitido lanzar su propio negocio
Las cosas entre Suso y Raquel no marchan tan bien como ellos mismos esperaban. Aunque tras su reencuentro todo parecía ir rodado -de hecho él ya habló de la hora sin cámaras-, este sábado ha estallado la tensión.
En el Minuto a Minutos de 'Gran Hermano 16' han relatado todo lo ocurrido durante una noche en la que han pasado del amor al odio en cuestión de minutos para terminar durmiendo juntos e intercambio algún que otro beso muy poco románticos.
Todo comenzó cuando Suso invitó a dormir con él a Raquel, que en un primer momento se negó porque prefería dormir con su amiguísima Amanda. Unas palabras que provocaron la furia del concursante, que explotó rápidamente.
Suso y Raquel durmiendo juntos / Telecinco.esSuso, molesto con la actitud de Raquel tras su repesca
"Raquel eres insoportable. Me aburres muchísimo . Me aburro un montón contigo. La estás liando que flipas. Si no muestras tus sentimientos pues nada. Tu personalidad no compagina con la mía ", decía a 'su chica' antes de que éste abandonase la habitación sin creerse lo que estaba oyendo.
Después de unos minutos cada uno por su lado y de que Suso se desahogara con Carlos asegurando que n o le gustaba esa actitud altiva y de dura con la que había vuelto Raquel, la parejita terminó compartiendo cama pero sin darse demasiados cariños: tan solo unos besos muy poco apasionados.
