La madre de Jorge Javier Vázquez, todo simpatía en el arranque del tercer programa de 'Cuentos chinos'

Jorge Javier Vázquez continúa en su lucha por conseguir alzarse con el liderazgo en una de las franjas más complicadas como lo es la que le enfrenta con 'El Hormiguero', programa asentado desde hace mucho tiempo. No cabe duda de que la situación es complicada y los primeros datos de audiencia no han respaldado mucho al formato, pero van a seguir intentándolo con secciones diversas, invitados internacionales y demás momentos.

En esta ocasión, el presentador ha tirado de familia para dar el programa un toque más cercano y tierno, pues ha decidido llevar al plató de 'Cuentos chinos' a su madre María, la Mari, como le llama él. Ya han sido varias las veces que se ha podido ver a su madre en algún que otro plató de televisión o en sus redes sociales por lo que no podía faltar su visita a este nuevo plató.

Jorge Javier y su madre | Foto: telecinco.es

El tercer programa arrancaba con Jorge Javier Vázquez junto a su madre entrando en el plató y con este diciéndole: " Qué ilusión me hace que estés aquí, en el plató de 'Cuentos chinos' ". Ella estaba muy sonriente y la respuesta fue de lo más cómica: "¿Y yo qué digo ahora? Yo también estoy muy contenta de estar aquí contigo", decía graciosa a su hijo, con el que iba cogida del brazo.

Encantada de estar en el plató

Jorge Javier Vázquez le contaba que esa noche tenían a un artista internacional como invitado, Prince Royce, pero no dudaba en preguntarle a su madre que quién le gustaría que acudiera al programa. Las risas estuvieron aseguradas con las respuestas de María, que no dudó en decirle: "Kiko Matamoros. ¿No te lo he hecho bien?", decía a su hijo, que la miraba con cara divertida.

La madre de Jorge Javier | Foto: telecinco.es

El presentador le respondía con comedia: "Es que estamos en otro programa", decía haciendo alusión a 'Sálvame', programa ya extinto. Finalmente, María protagonizaba un momento gracioso con la mascota del programa, Jing Jing, a quien abrazaba y animaba porque su padre se había atragantado con una espina -porque es un gato también- y ella le decía: "Pues mucho ánimo, estás en un plató precioso, no te vayas a quedar aquí muerta".