Tras una discusión con Irene Rosales, Kiko Rivera amenaza con irse de 'GH DÚO': "Me voy"

Han pasado ya dos meses desde que los concursantes de 'GH DÚO' entrasen a la casa de Guadalix de la Sierra, y como es normal la tensión que produce estar encerrado ha pasado mella en algunos concursantes. Es por esto que Irene Rosales y Kiko Rivera, a pesar de su buena relación, han protagonizado alguna que otra discusión en los últimos días.

En esta ocasión el origen de todo ha sido por la salsa de tomate que cocinaba Kiko Rivera. Todo empezó en el jardín, cuando la pareja junto a María Jesús Ruiz comenzó a hablar sobre la salsa que le iban a echar a su comida. En ese momento la mujer del cantante dijo que Rivera fríe poco el tomate, la cebolla y el ajo de los espaguetis, sentándole muy mal ese comentario al cantante que dijo que si a su mujer no le gustaba, que se encargase ella de hacerlo.

Kiko Rivere e Irene Rosales en 'GH DÚO'/ Foto: Telecinco.es

A partir de este momento la tensión entre la pareja continuó, ya que cuando Irene Rosales se marchó a hacer la salsa de tomare, el cantante la siguió para seguir discutiendo el tema ya que el hijo de la tonadillera le reclamaba a su mujer, que parecía que a la única a la que le podían molestar las cosas era a ella: " Solo a ti te molestan las cosas, a mí también, ¿o no tengo derecho? Te has puesto a gritarme ", le decía el DJ.

Kiko Rivera amenaza con abandonar

"Me has dicho que no lo hago bien, han sido tus palabras", le recriminaba el hermano de Chabelita. Su mujer le decía que no quería decir eso, sino que lo que realmente intentaba explicar es que a ella no le gustaba como él cocinaba la salsa: "Eso no es lo que has dicho, no me vas a dejar a mí como un loco", le replicaba Rivera que ya comenzaba a alterarse. "No me pongas esa sonrisa porque te estoy hablando bien. Joder, Irene, no te pongas así que cojo y me voy ahora mismo y te quedas aquí. No me toques los cojones, no te rías, que me voy ", le dijo el hijo de la tonadillera que parecía estar más molesto que nunca Sin embargo, Irene Rosales decidió acabar aquí la conversación diciéndole al padre de sus hijas que simplemente le había dicho eso porque no le gustaba "comer los espaguetis con salsa de tomate que lleve cebolla y ajo".