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Marius Borg Høiby, de 28 años, hijo de la Princesa heredera Mette-Marit, ha comenzado una relación sentimental con Andrea Shaw, una mujer que conoce desde pequeña y cuyo padre, Per Morten Hansen, es amigo muy cercano del padre de Marius, Morten Borg. La pareja convive en un apartamento ubicado en Frogner, un exclusivo barrio en el oeste de Oslo. A lo largo de los últimos meses, han sido vistos juntos en destinos tan variados como el fiordo de Oslo, la costa noruega de Kragerø y la glamorosa isla Sainte-Marguerite, en Francia.
El 2024 fue un año crítico para Marius Borg, detenido e imputado por un violento altercado con su expareja, Rebecca Helberg, que acabó con ella hospitalizada tras sufrir una conmoción cerebral. Posteriormente, fue arrestado por delitos que incluyen tres violaciones, abuso sexual, lesiones, amenazas y otros cargos graves, sumando en total 23 imputaciones. Aunque niega rotundamente las acusaciones más graves, ha reconocido algunos hechos relacionados con violencia y amenazas, y asegura haber cooperado plenamente con la justicia.
En medio de este complejo escenario judicial y personal, Andrea Shaw ha sido un apoyo constante para Marius. La pareja ha compartido viajes íntimos a lugares privados donde buscan resguardar su privacidad, como el chalet familiar de Borg en el fiordo de Oslo. Esta relación tan cercana y continuada se ha forjado en la confianza que ambos mantienen desde su niñez y la comprensión mutua frente a las dificultades que atraviesa el joven noruego.
La repercusión del caso en la familia real y el entorno cercano
Aunque Marius Borg no ostenta títulos oficiales ni funciones públicas, s u vínculo familiar con la Princesa heredera Mette-Marit y, por ende, con la Familia Real Noruega, hacen que su vida esté muy expuesta. El caso judicial ha significado meses de tensión para la Casa Real, cuyos miembros han pedido discreción y han mostrado apoyo a Mette-Marit y Haakon, el marido de la Princesa. En un discurso reciente, el Rey Harald reconoció la gravedad del problema, subrayando que la violencia, las drogas y los trastornos de salud mental son desafíos globales.
Marius Borg ha sido desde joven una figura compleja: criado dentro del círculo familiar real, pero con una vida marcada por la rebeldía y la exposición mediática. Sin embargo, el nuevo romance con Andrea Shaw, consolidado tras años de amistad y forjado en la intimidad, parece ser para él un punto de apoyo fundamental. Mientras sigue enfrentando un futuro incierto tras el proceso judicial, la pareja parece apostar por reconstruir su vida privada lejos del ruido mediático.


