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No hay duda de que la Princesa Carolina de Mónaco es la mejor relaciones públicas del pequeño Principado. Labor a la que ella contribuye directamente involucrándose con varias organizaciones y acudiendo a numerosos actos, pero en ocasiones se ve eclipsada por la atracción mediática indirecta generada por sus hijos.
Los hermanos Casiraghi-Hannover son famosos desde la cuna y cada uno de sus movimientos genera un gran interés. Sin embargo, por una vez les ha surgido un rival en el seno de su propia familia. Se trata de Louis Ducruet, hijo mayor de la Princesa Estefanía de Mónaco.
A pesar de la discreción que le ha caracterizado siempre - en contraste con sus primos y su propia madre - ha sido a raíz del anuncio de su compromiso con Marie Chevallier que ha vuelto al foco informativo, concediendo ambos una inusual entrevista a la revista francesa Point de Vue.
Sorprendentes declaraciones
La pareja protagoniza la portada de dicha publicación posando en una romántica instantánea en la que destaca sobre todo el impresionante anillo de compromiso de la novia. No obstante, lo que llama más la atención son sus sorprendentes declaraciones: " Nos casaremos en la Catedral de Mónaco ".
A priori podría ser un dato no demasiado importante, pero hay un detalle que lo hace inusual y sorprendente : será la primera boda de un miembro de la Familia Real que se celebra en dicho templo desde que el Príncipe Rainiero y Grace Kelly unieran sus vidas en 1956.
Cabría recordar que los Príncipes Alberto y Charlene se dieron el "sí, quiero" en el propio Palacio Grimaldi, al igual que sus hermanas Carolina y Estefanía. Lo cual no hace más que acentuar la importancia de este enlace tan esperado y que tanta expectación está levantando.


