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Meghan Markle vuelve a estar en el punto de mira y esta vez por la publicación de fragmentos de la carta que envió a su padre, Thomas Markle, antes de la boda. La guerra contra los medios británicos Mail Online y The Mail on Sunday continúa, y ahora ha salido al descubierto uno de los motivos. No solo se ha sentido desprotegida por la Casa Real durante su embarazo, sino que además mostró su indignación por otros asuntos.
Gracias a los documentos que se están analizando en los tribunales ha salido a la luz que habría criticado con dureza a las primas del Príncipe Harry, Beatriz y Eugenia de York, así como al Príncipe Michael de Kent, y su enfado es porque son miembros de la Familia Real que pueden recibir un salario a cambio de un trabajo, algo que en su opinión a ella se lo han impedido.
Ella, que pertenece a la Familia Real, no realiza ningún trabajo remunerado, y por eso ha querido señalar ante la justicia que hay miembros de dicha familia que trabajan y cobran. Tanto las hijas del Príncipe Andrés como Sarah Ferguson, su exmujer, colaboran con organizaciones benéficas privadas y no tienen ninguna función institucional que se les haya otorgado desde el Palacio de Buckingham, algo que sí pasó con Meghan Markle cuando se casó con el Príncipe Harry en mayo de 2018.
Eso sí, antes del conocido como Megxit, la Duquesa de Sussex era miembro de la Familia Real británica, y por eso cumplía con unos compromisos oficiales en representación de la Reina Isabel, por lo que ha estado recibiendo una asignación anual. A su vez, su guerra en los tribunales contra distintos medios británicos continúa, sin embargo, perdió el primer asalto. La vista previa celebrada en el Alto Tribunal de Londres hace varias semanas no se saldó a su favor y el juez Mark Warby desestimó partes de la demanda en las que la Duquesa de Sussex acusaba al grupo editorial Associated Newspaper de haber actuado de manera deshonesta.
Una decisión contundente
Por otro lado, tanto el Príncipe Harry como Meghan Markle han anunciado que rompen lazos con cuatro de los rotativos más importantes en Reino Unido, dejando claro que no iban a responder preguntas de los periodistas pertenecientes a alguno de esos cuatro periódicos.
	
