Galería: La Infanta Elena en imágenes
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La Infanta Elena tiene más presencia pública de lo que parece. No tiene agenda oficial como tal desde que dejó de pertenecer a la Familia Real Española, pero el Rey Felipe tiene plena confianza en ella, por lo que de vez en cuando le encarga que tome determinados compromisos en su nombre o que siga asumiendo presidencias de honor.
A la Duquesa de Lugo le ha encantado siempre su labor oficial, aunque sabe quién es y cuál es su papel, y por eso ha encajado bien hacerse a un lado cuando le ha tocado hacerlo. De todos modos, cuando el Rey le pide que represente a la Corona, ella acepta sin pensarlo.
Este es el motivo por el que Doña Elena se presentó el viernes 1 de marzo en la Basílica de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli en Madrid. Es tradición que un miembro de la Familia Real, o en este caso, de la Familia del Rey, acuda al Besapiés al Cristo de Medinaceli el primer viernes de marzo, algo de lo que se ha encargado la Duquesa de Lugo.
El cariñoso beso de la Infanta Elena
La Infanta Elena ha presentado sus respetos ante el Cristo de Medinaceli y ha tenido unos momentos de recogimiento ante la imagen. Además, ha sentido el calor de la ciudadanía que se congregaba en el templo, y ha repartido sonrisas y saludos a las personas que querían ver de cerca a la hija de Juan Carlos I.
En la entrada del templo se vivió un bonito momento. No es que Doña Elena no sea cariñosa, pero no es habitual ver a la Infanta Elena siendo especial afectiva con las personas con las que se encuentra públicamente, sin embargo, al ver a una niña que estaba junto a la Basílica, no dudó en agacharse y darle un tierno beso.







