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La Reina Silvia contempla el champán derramado ante el Rey y la Princesa Magdalena de SueciaLa Fundación Américo-Escandinava ha celebrado su 100 aniversario mediante una serie de actos a los que han asistido representantes de las Casas Reales de Noruega, Suecia y Dinamarca. Asimismo, los Reyes y Príncipes enviados a Nueva York han participado en otra serie de eventos aprovechando su estancia en la Gran Manzana, entre ellos un homenaje a las víctimas del 11-S, inauguraciones de exposiciones y visitas.
Entre todos ellos han destacado los Príncipes Federico y Mary de Dinamarca, que durante estos días han degustado chupitos de césped en un mercado neoyorquino y entre otros eventos han asistido a un partido de béisbol entre los New York Jets y los San Diego Chargers.
En el partido ambos recibieron una agradable sorpresa; Antes de comenzar, el Príncipe fue nombrado capitán de honor de los New York Jets; así, con la gorra verde del equipo saludó desde el césped a los seguidores. Por su parte, la Princesa Mary fue saludada por el actor Michael Douglas, quien también es un hincha de este deporte.
El pisotón del Rey Harald al vestido de Sonia de Noruega
Pero el acto cumbre de la visita de las Casas Reales de Escandinavia a Estados Unidos fue la cena de gala celebrada en el Hotel Hilton de Nueva York, evento al que asistieron los Reyes Harald y Sonia de Noruega, de los Reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia y de la Princesa Magdalena, así como de los Príncipes de Dinamarca y de los Príncipes Nicolás y Tatiana de Grecia.
Una mujer cae ante el Rey de NoruegaAllí y ante los 1.200 invitados, los Reyes y Príncipes brillaron, aunque también ocurrieron anécdotas como el champán derramado sobre el vestido de la Reina Silvia y el baile que se marcaron Federico y Mary y que causó sensación debido a su compenetración y naturalidad.
Finalmente, los Reyes de Noruega también estuvieron inmersos en dos situaciones curiosas, pues primeramente Harald pisó el vestido amarillo que portaba la Reina Sonia, y poco después una mujer se caía en las escaleras junto al Monarca, quien tuvo que ayudar a levantarse a la desafortunada dama.
