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Violeta Mangriñán puede que se haya arrepentido de haberse mudado a Valencia. Pese a que ha conseguido la casa de sus sueños, que está más cerca de su familia y que su vida marcha sobre ruedas, es un inconveniente para ella no vivir en Madrid, porque tiene que viajar mucho más por motivos profesionales. Entre tanto, lo que más le duele es tener que separarse de su hija.
Violeta Mangriñán comparte una reflexión/ Foto: InstagramDe camino a Madrid y estando un poco sensible, ha compartido esta reflexión con sus seguidores de Instagram, diciendo: "Amo Valencia, amo vivir aquí y AMO mi casita aquí, pero veremos hasta cuando aguanto viviendo en el ave. En mi cabeza los números quedaron muy bien, pero en semanas como estas de viajar sin parar más la regla, mi cabeza se replantea si tomé la decisión correcta al mudarse. Estoy sensible hoy, no me tengáis en cuenta nada de la que diga, peor hoy me siento así y necesitaba compartirlo ".
Por otro lado, ha contado que ahora piensa que quizás se equivocó porque en el momento en el que se compró su casa no entraba en sus planes ser madre a corto plazo, así que en medio del proceso de construcción se quedó embarazada y se convirtió en mamá de la pequeña Gala.
Violeta Mangriñán reflexiona sobre su vida/ Foto: Instagram"Cuando me compré la casa en Valencia no tenía una hija, ni tenía pensado ser madre a corto plazo, por lo que el hecho de viajar continuamente no era algo que me preocupase, evidentemente la película ha cambiado, ahora cada vez que salgo por la puerta (aunque sea por un buen motivo) mi corazón se queda en casa. Por suerte aún no es muy consciente, el día que me diga 'mamá, no te vayas', ahí sí que voy a palmar ", ha dicho, pensando en cómo lo llevará más adelante cuando su hija empiece a ser consciente de sus ausencias por trabajo.
Los contratiempos de su maternidad
Por otro lado, siendo madre de una niña tan pequeña duerme muy pocas horas, y teniendo que madrugar para viajar todo se le hace más cuesta arriba, algo que no sería así si siguiera viviendo en Madrid, si bien es cierto, no contaría con el apoyo de algunos familiares que viven en Valencia, como su padre, que cuida muchas veces de la niña.