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Han pasado ya más de tres años y medio desde que la pequeña Miren llegase al mundo de forma prematura. Un rotura de aguas en la semana 31 de gestación obligaron a Verdeliss a ingresar y dar a luz en Madrid al ocurrir durante unas vacaciones familiares. Un parto verdaderamente complicado para la también empresaria que además trajo consigo algunos problemas para la pequeña y los ha hecho estando haciendo frente casi desde su nacimiento. Ahora, con el paso de los años, los avances son más que evidentes y su madre no puede estar más orgullosa.
La que fuera concursante de 'GH VIP' siempre ha sido muy transparente con los problemas de su hija y del arduo trabajo que estaban haciendo para que los superase. Miren lleva tiempo acudiendo semanalmente a una psicóloga con la que realiza diferentes actividades para desarrollar diferentes capacidades, también las comunicativas, ya que el habla era una de las cosas que más se le resistían.
Pero eso empieza a ser ya cosa del pasado. En un vídeo compartido por la pamplonica se escucha a la pequeña decir: "Hay un tesoro ahí, no se puede abrir", señalando un castillo hinchable en el que estaba jugando con sus hermanos. Una dicción que hace sentir muy orgullosa a su madre y así lo demuestra a sus seguidores en las redes sociales: " Mirad cómo habla ya ". Un trabajo que está dando ya sus frutos.
El caos del comienzo del curso escolar
Algo de vital importancia para la nueva etapa para la pequeña ya que acaba de comenzar el colegio. Así lo contaba también la empresaria en sus redes sociales a las puertas del nuevo curso escolar. Un momento que, además, supone tanto para Verdeliss como para su marido un auténtico caos con tantos niños en casa y en tan diferentes edades escolares. "Se nos ha quedado un collage bonito de horarios", explicaba ella desde el interior de su furgoneta tras su primer día "en modo taxi".
"Ellos entran de 9 a 1", dice por los que están en el colegio: Laia, Anne, Eider y Julen. "Irati de 10 a 2 y media", al igual que Aimar, que también está en el instituto: "Miren tiene período de adaptación, dos horitas, de 11 y media a 1". " Básicamente voy a estar todo el tiempo haciendo de taxista ", reconoce sobre este vaivén de horarios escolares cada mañana.
