- 
								
 Raúl Rodríguez y Silvia Taulés nos cuentan su papel en 'La familia de la tele'
								 - 
								
 Kiko Matamoros y Lydia Lozano: "Nuestro público es de todas las edades y RTVE tiene un público muy pegado a las novelas, al que tenemos que captar"
								 - 
								
 Carlota Corredera y Javier de Hoyos: "La tele tiene que representar al público también y aquí están todos los perfiles posibles&quo;
								 - 
								
 Así se tomó Felipe VI que la Infanta Sofía no quisiera recibir formación militar
								 - 
								
 Belén Esteban: "Estoy emocionada, muy contenta y muy feliz por llegar a RTVE"
								 - 
								
 Manu Baqueiro: "Tuve como referente a Bruce Willis en 'Luz de Luna' para mi trabajo en la serie 'Perdiendo el juicio'"
								 - 
								
 Magdalena de Suecia responde a las críticas y explica por qué le han permitido lanzar su propio negocio
								 
Dos meses ha estado desaparecida Tamara Falcó del ojo público. Desde que se le vio disfrutando del Open de Tenis de Madrid a mediados del mes de mayo de 2018, no se supo nada más de ella hasta el pasado 13 de julio en Palma de Mallorca, donde presentó la nueva colección de ropa para su propia marca 'TPF'. Ahora reconvertida en diseñadora, lucía una túnica ancha para ocultar los 8 kilos que había cogido en los últimos meses.
Fuentes cercanas a Falcó comentaron al medio LOC que "no se siente bien con su cuerpo actual porque ella siempre ha estado más delgada", motivo además que "tener una madre como la suya y una hermana como Ana [Boyer], con unas medidas tan controladas, no ayuda demasiado", aseguraron. Motivo de esta desaparición temporal también habría sido el miedo a volver a ocupar todos los titulares por haber engordado como ya le pasó en 2016, momento en el que por un problema de las tiroides engordó hasta 20 kilos: "Me afectó bastante al principio", reconoció en su día.
Para tomar cartas en el asunto, la socialité ha decidido pasar unos días durante el mes de agosto en la prestigiosa clínica-resort Buchinger-Wilhelmi para someterse a uno de sus tratamientos para perder peso. Según ha podido saber el mencionado medio, es posible que lo haga en compañía de su madre, Isabel Preysler, y la pareja de esta, Mario Vargas Llosa, quien lleva pasando allí sus veranos desde 1986.
Una clínica-resort con todo lujo de servicios
Los diferentes servicios que se ofrecen en la Buchinger oscilan entre los 2.582 euros hasta los 33.900, todo dependiendo tanto del tiempo como de los servicios contratados como, por ejemplo, la habitación que puede ser tanto una de 16 metros cuadrados como una suite presidencial de 84 con una terraza de otros 24 metros cuadrados. Tal y como se puede leer en la página oficial de la mencionada clínica, los clientes se someten a "un programa integrativo y multidisciplinar" que "no está orientado únicamente a conseguir el bienestar físico, sino que está destinado al ser humano en su totalidad, es decir, en todo lo que le afecta a su estado físico, psíquico y espiritual ".
	
					
					
					
					
					
					