Sergio Peris-Mencheta ha decidido abrir su corazón y publicar un libro llamado '730 días', un libro en el que narra todo lo que ha ido viviendo durante todo este tiempo desde que le diagnosticaron una leucemia a la que todavía se enfrenta. El conocido actor y director vio cómo su vida se paraba de repente para comenzar con hospitales, tratamientos y, sobre todo, mucha incertidumbre ante lo que podía venir: " Con este libro no pretendo explicar qué es vivir una enfermedad como la que yo he vivido, ni dar consejos para llevarla mejor, ni mucho menos para superarla. De hecho, todavía no estoy en remisión y todo es posible", dice entre sus páginas.
El diagnóstico fue un momento de lo más complicado: "Desde el momento en el que me dieron el primer diagnóstico en la Fundación Jiménez Díaz, en abril de 2023, mi mente y mi cuerpo se pusieron en modo supervivencia: ¿Que tengo un síndrome mielodisplásico? ¿Que más pronto que tarde mutará en leucemia? ¿De cuánto estamos hablando? ¿Meses? ¿Que me piense qué? ¡Si yo me encuentro bien! Si yo vine a Urgencias porque noté un pinchazo en el pulmón izquierdo que me molestaba para coger aire del todo ".

En este libro cuenta que su padre murió de leucemia pero que su abuelo también, algo que marca este camino. Fue el 21 de enero de 2024 cuando le llegó el diagnóstico y se trataba de una leucemia aguda mielodisplástica: " Mismo nombre con distintos apellidos que la que se llevó a mi abuelo en 1960 y a mi padre en 2014. Me toca jugar con otra mano esta vez, y lo veo bastante negro. Pero voy con todo, la verdad". Peris-Mencheta asegura que se sentía "vulnerable, aterrorizado y más pequeñito que nunca, y valorando cada uno de mis pasos sobre la tierra".
El trasplante de médula fue crucial y tuvo lugar el 28 de mayo, después de que comprobaran que la médula de su hermano Yonyón era compatible: " Cruzo los dedos para que todo salga bien. Me pongo en manos de lo que tenga que pasar. Pero, eso sí, con los dedos cruzados bajo las sábanas. La médula de mi hermano lleva horas en el laboratorio del hospital. Marta está conmigo en la habitación del hospital. Suena 'Fields of Gold'. Bailamos abrazados Marta y yo. Disfruto como nunca este último baile", comienza narrando.
" Las enfermeras entran. Ya están aquí las células madre de Yonyón, que van a ser las mías. Me tumbo en la cama y abro los brazos. Es solo la primera de las tres bolsas de médula que me esperan. Dos litros en total. 'Es el récord de la planta en años', apunta una enfermera. Empieza la transfusión. Lloro de felicidad. Nueve horas duró la transfusión", cuenta en su libro.
Una enfermedad que aún le acompaña
Sergio Peris-Mencheta ha relatado los efectos secundarios de esta transfusión: "Estoy hinchado como una pelota. Todo pesa. No tengo hambre. No puedo dormir. De pronto, náuseas. Me incorporo rápido buscando una bolsa. Viene un retortijón. Todo a la vez. Me mareo. Me levanto con la ayuda de Marta. Directo al baño. Descontrolo, pero me apaño. Todo a la vez. Luego, en cuanto puedo me tumbo. Dormir. Necesito dormir y solo quiero dormir".
En mitad de este proceso le comunican una de las mejores noticias en medio de esta nube negra y es que la enfermedad no es hereditaria como pensaban: "Abro los ojos y, aunque no están allí, aparecen Río y Olmo. Sonríen. No es un sueño. Por si acaso, me pongo el antifaz y sigo durmiendo". 23 días después del transplante, cuenta que tenía que haber salido del hospital pero le dolía el pecho y le realizaron una broncoscopia con "anestesia total".
Momentos muy complicados los que narra Peris-Mencheta: "Me arrastro para ir al baño. Es lo único para lo que salgo de la cama. Llevo semanas sin comer. Se me está cayendo el pelo del bigote, de la barbilla... Mi boca es un caos. Mis encías están inflamadas. Mis dientes no encajan. Me sabe la boca a medicina. Todo me huele diferente ". Una vez en casa, día 41 tras salir del hospital, el actor cuenta que va como un zombi por casa y que se lleva alimentando a base de batidos de proteínas semanas: "He perdido 25 kilos y el pelo ha desaparecido de mi cuerpo". Por ahora, el cáncer no ha remitido pero Sergio Peris-Mencheta ha querido narrar sus vivencias hasta la fecha para sanar el dolor.