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Si algo caracteriza a Concha Velasco es ser una actriz y una mujer incombustible a pesar de sus casi 80 años. Aunque en varias ocasiones ocupó varios titulares que barajaban la posibilidad de que se retirase del mundo de la actuación, ella misma se encargaba de desmentirlo presentando nuevos proyectos, como es la obra de teatro 'El Funeral' dirigida por su propio hijo y que sale a escena de miércoles a domingo. Pero el pasado mes de septiembre se llevó un pequeño susto teniendo que ser ingresada por una neumonía.
Bastaron dos días bajo supervisión médica para estar recuperada y una semana más tarde de recibir el alta volvía a estar subida a los escenarios. Pero no solo esto ocupa su apretada agenda si no también los muchos eventos a los que acude, como es el caso de la gala de premios MadWomen 2018, donde además de recoger un galardón presumió de un salud de hierro: "Ya estoy muy recuperada. ¿No me veis como estoy de mona?", bromeaba ante los medios.
Concha Velasco en la entrega de premios Madwomen 2018Pero más allá de su divertido carácter, la actriz reconoce que se siente un poco desbordada con tanto trabajo: "Los lunes y los martes, que son mis días libres, afortunadamente puedo venir a recoger estos premios pero es que yo necesito algún día de descanso, pero no hay manera. Mañana me voy a Valladolid así que ni hoy ni mañana puedo sentarme", asegura. Tras lo ocurrido recientemente los médicos le han recomendado -casi rogado- que empiece a reducir un poco el ritmo de vida: " Tengo que cuidarme un poquito, descasar algún día a la semana. He tenido la neumonía y me lo han dicho los médicos", pero asegura que sus obligaciones son sus obligaciones: " Tengo dos años de contrato firmados ".
Tal es así que Concha Velasco, más que recuperada, ha querido hasta olvidarse de los médicos: "Ayer me llaman del hospital y me dicen que me están esperando, que habíamos quedado para hacer un repasito, y yo: 'Pues muy bien'." La que fue Chica de Oro asegura sentirse más que lista para todo lo que implica su papel en 'El Funeral': "Subo a los palcos, me convierto en el Fantasma de la Ópera así que me paso el día subiendo y bajando escaleras ", y bromea: " Era una obra de mi hijo para que se divirtiera mamá pero... ".
