Galería: Una diva llamada Carmen Lomana
El funeral de Francisco de Borbón y Escasany, duque de Sevilla, se convirtió el pasado 16 de junio de 2025 en un encuentro cargado de recuerdos pero también de tensiones veladas. Acompañados por sus hijos Flavia y Fernando, Olivia de Borbón y su marido, Julián Porras-Figueroa, recibieron el cariño de amigos y familiares en la iglesia catedral castrense. Horas antes, por la mañana, también se había celebrado la despedida de Alfonso, hermano del difunto, fallecido apenas diez días antes.
La lista de asistentes fue extensa y reconocible: Pilar Medina Sidonia, Juan Abelló, Alejandra de Borbón, Nuria González, Fiona Ferrer, Cari y Miriam Lapique, María Zurita o Beatrice d'Orléans. Incluso hubo presencia política, como la de Rocío Monasterio e Iván Espinosa de los Monteros. Todos ellos quisieron mostrar su apoyo y consuelo a la familia. No obstante, entre tanto rostro conocido, hubo una presencia que no pasó desapercibida ni por lo inoportuna ni por la frialdad con la que fue recibida.
Carmen Lomana, que en el pasado mantuvo una relación cercana con Olivia y Julián, asistió a la ceremonia, pero sin acercarse a saludar a la familia. Según personas del entorno, fue apartada del círculo íntimo hace más de un año. "La relación se rompió tras ciertos comentarios poco afortunados que hizo sobre el matrimonio", afirman las fuentes. Su presencia en el funeral fue vista por algunos como un gesto para dejarse ver más que para acompañar.
Un distanciamiento del pasado
El distanciamiento, de hecho, vendría de más atrás. Se remonta, al parecer, a un cumpleaños de Olivia celebrado en el palacio de Liria. Fue un evento íntimo, reservado para pocos, y Lomana habría aparecido sin estar invitada. Aquella noche marcó un antes y un después en su vínculo con la familia Borbón. Y tampoco ayudaron sus enfrentamientos públicos con José Manuel Díaz-Patón, ex de Ágatha Ruiz de la Prada, a quien se refirió en su día como "patán", mientras él la llamó "momia".
A la salida del funeral, cuando le preguntaron por Lomana, Díaz-Patón dijo únicamente: "No he tenido ocasión de saludarla, tenía prisa para coger un tren". Todo esto recuerda lo que dijo una vez Pedro Ruiz: " Los tanatorios y funerales son las nuevas alfombras rojas ".