Bertín Osborne se convierte en Conde tras heredar el título de su padre, dignidad que concedió Felipe V a un antepasado

A las múltiples facetas de Bertín Osborne como cantante, presentador y personaje mediático se le une la de Conde. Tras el fallecimiento de su padre, Enrique Ortiz, en octubre de 2024, Bertín Osborne ha heredado el título de Conde de Donadío de Casasola, un reconocimiento con siglos de historia que ya es oficialmente suyo. Así lo ha confirmado el Boletín Oficial del Estado: "Se expide Real Carta de Sucesión como Conde de Donadío de Casasola, a favor de Don Norberto Ortiz y Osborne, por fallecimiento de su padre".

Bertín Osborne con su hijo Kike en la presentación de su Fundación

Este título nobiliario, concedido originalmente por Felipe V en 1713 a Francisco Ignacio de Quesada y Vera, ha pasado ahora a manos de Bertín, quien no solo hereda un condado, sino también una parte muy importante del legado de su familia. Además, según han publicado varios medios, el artista y sus tres hermanas ya habrían repartido la herencia de su padre, que incluye propiedades de gran valor, entre ellas un lujoso piso en el Paseo de la Habana de Madrid y un patrimonio empresarial.

Obtener este título no cambia la vida del artista, pero sí tiene un gran valor simbólico. No es solo un reconocimiento social, es una forma de honrar a su padre y de mantener viva la tradición familiar. " No busco privilegios, sino cuidar lo que mi familia construyó ", habría comentado en su entorno cercano. De hecho, Bertín ha querido recuperar el condado no solo por memoria, sino también pensando en el futuro de sus hijos.

Bertín Osborne hablando de su comunicado con la prensa

Ahora, con el título ya en su poder, Bertín se convierte en el octavo Conde de Donadío de Casasola. Su hija mayor, Alejandra, fruto de su matrimonio con Sandra Domecq, sería la heredera natural de este reconocimiento. Así, la familia no solo sigue presente en la música y la televisión, sino también en la historia de la nobleza española.

La relación de Bertín y su padre

La relación entre padre e hijo, sin embargo, no siempre fue fácil. Enrique Ortiz, que falleció a los 96 años, no aprobó en su momento algunas decisiones de su hijo, como su boda con Sandra Domecq en 1977, a la que no asistió, ni su renuncia a una carrera universitaria para dedicarse a la música. Aun así, con el paso del tiempo solucionaron tensiones y recuperaron el vínculo.